La agencia S&P Global Ratings bajó ayer la calificación soberana de Colombia de BB+ a BB con perspectiva negativa, una posición en la que no se ubicaba el país desde el año 2000 y a la que llega por cuenta de “un deterioro constante de los resultados fiscales”.
Colombia venía de una calificación de BBB- con perspectiva estable y negativa hasta 2021, cuando la agencia redujo la calificación a BB+ con perspectiva estable en medio de la pandemia, lo que significó perder el grado de inversión.
Tres años después, la firma ajustó la perspectiva a negativa y este año encontró motivos para bajar la nota un escalafón.
La calificadora explicó que la nota asignada a Colombia captura su limitada flexibilidad fiscal, su elevada carga de deuda, su débil posición externa (incluidos sus volátiles términos de intercambio) y su moderado PIB per cápita.
“La combinación de grandes déficits fiscales desde 2024 y un débil desempeño económico han deteriorado las finanzas públicas de Colombia y aumentado su vulnerabilidad a choques externos”, dijo S&P, al tiempo que cuestionó que se hayan incumplido los objetivos fiscales en medio de un gasto público primario expansivo, la creciente carga de intereses y una recaudación de ingresos inferior a la prevista.
La agencia señaló además que la política fiscal se ha vuelto menos predecible, en referencia a la reciente decisión del Gobierno de suspender la Regla Fiscal del país durante tres años. También subrayó como hecho negativo los persistentes desafíos de seguridad y dijo que recientemente han cobrado mayor relevancia.
Respecto a la perspectiva, S&P indicó en su comunicado que esta decisión refleja el riesgo de que el deterioro fiscal sostenido en Colombia persista durante varios años, junto con los crecientes desafíos de seguridad del país, “lo que deterioraría aún más el perfil financiero”.
Luego advirtió que la preocupación por la trayectoria a largo plazo de la política fiscal podría perjudicar la confianza de los inversionistas y contribuir a un desempeño económico deficiente.
Moody’s también rebajó la calificación de Colombia
Ayer, Moody’s rebajó la calificación de Colombia de Baa2 a Baa3 y cambió la perspectiva de negativa a estable dada la posibilidad de que la fortaleza fiscal del país siga debilitándose en comparación con sus pares. También en este caso se trata de una nota que no recibía el país desde julio de 2013.
Pese al ajuste en la nota, Colombia conserva el grado de inversión con Moody’s, aunque se mantiene en el rango inferior, que corresponde a las calificaciones Baa1, Baa2 y Baa3, por lo que también podría perder esta condición en el futuro.
Los analistas no tardaron en señalar que el Gobierno ha descuidado las finanzas públicas, como lo dijo el presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, y que era de esperarse que las agencias tomaran este camino con las cifras del Marco Fiscal de Mediano Plazo, según Andrés Pardo, jefe de estrategia macro en XP Investments.
Lo que sorprendió fue que S&P fuera un paso más allá y le diera al país una perspectiva negativa, según César Pabón, director de Investigaciones económicas de Corficolombiana. En ello coincidió el presidente de ANIF, José Ignacio López, quien advirtió repercusiones en los flujos de deuda pública (TES).
Para el exministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, Moody’s fue condescendiente con Colombia porque, aunque baja la nota del país, mantiene su grado de inversión y le da una perspectiva estable gracias a la solidez de las instituciones y los indicadores macroeconómicos, algo que no hacen ni S&P ni Fitch.
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