Entrevista | GEB ve oportunidades en subasta de renovables y buscaría negocios en EE.UU.

Jorge Andrés Tabares explicó cómo las buenas calificaciones que le han otorgado a la compañía, beneficiarían en la subasta de renovables.

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Valora Analitik habló con el vicepresidente financiero del Grupo Energía Bogotá (GEB), Jorge Andrés Tabares, quien explicó cómo las buenas calificaciones que se le han otorgado a la compañía pueden beneficiar su proceso en la subasta de renovables en Colombia. Para más información de energía haga clic aquí.

De acuerdo con el ejecutivo, esta subasta es muy importante para la compañía y se hará a través de la compañía producto de la fusión entre el GEB y Enel (en la cual el Grupo Energía Bogotá tiene el 42,5 %). En principio, esta postulación se hará por medio de Emgesa, ya que las compañías, eventualmente, no están fusionadas.

Según Tabares, Emgesa tiene una calificación local en Colombia de AAA; es decir, la máxima calificación posible para una compañía. “Entonces, la compañía puede emprender proyectos y tiene acceso a financiación y muy buenas condiciones”.

Resaltó, además, que la matriz de Emgesa es Enel Américas, una empresa que tiene una calificación internacional de A-; es decir, está por encima – dos niveles- del Grupo Energía Bogotá en términos técnicos. Esto hace que tenga acceso a buenas condiciones crediticias, dado el bajo apalancamiento que tiene.

El vicepresidente financiero del GEB indicó que en la compañía ven varias oportunidades de inversión; asimismo, prevén escenarios importantes para obtener rentabilidad en los sectores de energía como: generación de electricidad y la transmisión de electricidad.

“Estimamos que hay inmensas posibilidades de inversión, no tanto en Colombia. El crecimiento lo vemos más en el extranjero. De hecho, estamos terminando un proyecto en Guatemala dónde nos faltan US$120 millones por invertir”, acotó Tabares.

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Por su parte en Brasil, el GEB ve un mercado dinámico y unas condiciones de inversión positivas para el sector de transmisión de electricidad en este país. Además, el Grupo está empezando a mirar, incipientemente, el mercado de Estados Unidos que, aunque ya es bastante competitivo, han visto el ejemplo de otras compañías que han tenido éxito en este mercado.

“Esto aún no es una decisión tomada; sin embargo, creemos que es un plan que vamos a depurar en los próximos meses para, eventualmente, empezar a buscar oportunidades de inversión allí”, precisó Tabares.

En cuanto al gas, luego de la integración con Enel, el GEB es al tema al que más le está apostando. Para el Grupo la electrificación de la economía es un tema bastante atractivo, pero relativo según la geografía y la posición de las matrices energéticas. “Realmente, es muy diferente la huella de carbono del petróleo, frente a la del gas. Efectivamente, lo vemos como un combustible de transición, que es un proceso que de largo plazo -de fácilmente diez o 15 años, incluso más-”, expuso Jorge Andrés Tabares.

Con este energético se ven varias oportunidades importantes: en las ciudades, con el transporte tanto de carga pesada como de pasajeros (particular y público). “El combustible de transición claramente es el gas, no tiene material particulado y puede generar un impacto inmediato en el mejoramiento de la calidad del aire”, apuntó Tabares.

También ven oportunidades en los hogares e industrias, ya que hay un potencial clave para lograr la sustitución de combustibles más contaminantes por gas.

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A mediano plazo, en el GEB se ven temas como el hidrógeno en Colombia, pues el país se perfila para ser productor de hidrógeno verde. “Ahí es donde nuestra infraestructura de gas puede tener un rol muy importante para apoyar esa mejora de la matriz energética colombiana, para que sea más verde y que utilicen mejor los recursos naturales”.

Por otro lado, Andrés Tabares resaltó que Colombia la crisis energética por la que están pasando algunos países en el mundo, en especial Inglaterra, es una gran lección para Colombia. “Nosotros no tenemos ese nivel de creces acá, porque en este momento hay buen suministro de gas, pero estos desarrollos de infraestructura toman mucho tiempo. Entonces, sí Colombia toma la decisión ya, podría estar abocada a unos precios altos de gas, en el caso en que la oferta no cubra la demanda”.

Y agregó que “esa es la proyección y el principal motivante para la Planta Regasificadora del Pacífico. En la medida en que uno esté conectado a mercados internacionales de gas, asegura, definitivamente, el suministro y evita esos picos de precios, que solo benefician a unos pocos”.

De otra parte, la calificación otorgada por Fitch en su revisión anual es muy significativa para el Grupo Energía Bogotá, ya que estas calificaciones son los referentes a los inversionistas, prestamistas en todo el mundo, para el momento de decidir si prestan o no a una compañía y a qué tasa, afirmó Tabares.

“Al tener una muy buena calificación, que incluso pues es superior a la de la República de Colombia, y teniendo el grado de inversión, eso nos apalanca el plan de crecimiento y el plan de inversiones del Grupo”, subrayó.

Esto, según el ejecutivo, le permitirá a la firma seguir creciendo en inversiones nuevas, más compras de empresas y continuar entregando el valor a los accionistas, tras el espaldarazo que recibió por parte de la calificadora Fitch Ratings.

“Como primer factor clave de calificación, la calificadora menciona que la fusión entre el GEB y Enel es positiva. Esto tiene dos elementos principales que son: mayores dividendos que vamos a recibir y el acceso a energías renovables no convencionales solar y eólica”, destacó el vicepresidente financiero del GEB.

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Ente tanto, referente a los US$65 millones de disminución en el Ebitda de TGI que menciona Fitch en su informe, Jorge Andrés Tabares explicó que la compañía hace diez años al momento de contratar su capacidad de gas logró tener unas estructuras en donde había un arrastre importante de pagos fijos y otra parte de pagos variables.

“Desde siempre se sabía que, dado que los clientes no estaban utilizando toda la capacidad que tenían contratada, pues una vez se vencieron esos contratos: van a seguir usando y pagando el gas que realmente necesitaban transportar. Por eso, se eliminaba la necesidad de pagar esa reserva por capacidad, que es pagar independientemente de si lo usan o no. Entonces, los clientes siguen usando el ducto, continúan pagando por el sistema, pero ya lo pagan de forma variable”, ratificó Tabares.

De esta manera, desaparece parte de esos ingresos fijos, que es a lo que Fitch hace referencia en su informe de calificación.

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