A pesar de que en Colombia la inflación se desaceleró en mayo, por segundo mes consecutivo, el ajuste fiscal que anunció el Gobierno el viernes pasado añadió presión a la situación del país y, con ello, a la Junta Directiva del Banco de la República, que debe tomar decisiones de política monetaria a finales de este mes.
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El Índice de Precios al Consumidor (IPC) retomó su senda bajista en mayo y se ubicó en 5,05 %, 2,11 puntos porcentuales (pp) menos que la cifra registrada un año atrás (7,16 %), de acuerdo con el DANE, tras la sorpresa alcista de abril.
Por otra parte, en el Marco Fiscal de Mediano Plazo el Gobierno consignó metas de un mayor déficit fiscal del estimado en el Plan Financiero (7,1 % del PIB), un nivel de endeudamiento con relación al PIB superior al de 2024 (63 %), un ajuste a la baja en la expectativa de ingresos tributarios de la DIAN y aun así un mayor gasto frente al anunciado a comienzos del año.
Previamente el Gobierno socializó en el Consejo Superior de Política Fiscal (Confis) su propuesta de suspender por tres años el cumplimiento de la Regla Fiscal ante la imposibilidad de cumplir con la meta de un déficit del 5,1 % del PIB este año y ubicarse en niveles similares las vigencias siguientes, la cual fue aprobada.
Antes de conocerse estas noticias, el mercado daba por sentado que el emisor anunciaría en junio un recorte de 25 puntos en la tasa de interés, que llegaría así al 9 %, después de que la Junta votara por unanimidad hacer un ajuste a la baja por primera vez en abril, tras cuatro meses si modificaciones.
El equipo de Investigaciones Económicas del Banco de Bogotá aseguró que la inflación de mayo podría apoyar una nueva reducción de tasa de interés del banco central, pero situación fiscal jugaría en contra.
¿Por qué el BanRep no debería bajar las tasas?
El análisis del Banco de Bogotá señaló que, a diferencia de abril, cuando la promesa del ministro de Hacienda de estar haciendo esfuerzos por mejorar la situación fiscal logró un consenso por un recorte de la tasa, “será muy difícil que esto se repita en junio, pues la muy probable suspensión de la Regla Fiscal reiteraría la crítica posición de las finanzas públicas”.
En ello coincidió el Banco Itaú. Los expertos de la entidad le apuntan a una pausa en el ciclo de relajación en la próxima reunión el 27 de junio en medio de las crecientes preocupaciones fiscales y la inflación por encima del 5 %.
XP Investments también concluyó en su informe que, a pesar de los benignos datos de inflación de mayo, las renovadas preocupaciones fiscales nublarían las perspectivas de la política monetaria y la mantendrían sin cambios en la reunión de este mes, en una votación dividida de 4 a 3.
“Aun así, dada la composición más moderada de la junta y la votación unánime de abril para reanudar la flexibilización, todavía vemos una pequeña probabilidad de otro recorte cauteloso de 25 puntos básicos”, dijo Andrés Pardo, jefe de estrategia macro de la firma.
Vale la pena recordar que el equipo técnico del Banco de la República espera una inflación del 4,5 % para el cierre del segundo trimestre.