La Cámara Colombiana de Infraestructura (CCI) lamentó el hecho de que se liquidara anticipadamente la concesión Autopistas del Caribe. Esta era una iniciativa para la conectividad entre Cartagena y Barranquilla.
La terminación del contrato no solo genera impacto en los empleos que se hubiesen generado, en la actividad económica del Caribe colombiano y en la eficiencia del transporte de carga entre las dos ciudades, sino que también implica la cancelación de un plan que, con inversión privada, habría servido como corredor fundamental entre las dos principales capitales del norte de Colombia.

Ahora la obra estará en manos del Instituto Nacional de Vías (Invías). Sin embargo, la CCI advirtió que esta decisión obligará al Estado a asumir de manera directa la gestión de la obra, que en un principio estaba concebida bajo el modelo de inversión privada. Agregó que no se han ejecutado inversiones fundamentales en el proyecto, lo que plantearía desafíos en la disponibilidad presupuestal, la priorización de los planes del gobierno en materia de infraestructura y su capacidad de gestionar el proyecto.
“La liquidación genera incertidumbre sobre el futuro del corredor. Además, envía señales que pueden afectar la confianza de los inversionistas para el desarrollo de nuevos proyectos de infraestructura”, manifestó la cámara.
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El gremio concluyó que el Ministerio de Transporte debe adelantar una gestión eficiente y técnica, y que también es necesario brindar claridad sobre el mecanismo bajo el cual será administrado este corredor de aquí en adelante. Lo anterior debe hacerse bajo parámetros realistas y sostenibles que permitan la operatividad y la adecuada prestación del servicio en este corredor.
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