El equipo técnico del Banco de la República ajustó a la baja su estimación de crecimiento de la economía colombiana para el próximo año del 3 % revelado en abril al 2,9 %, según el Informe de la Junta Directiva al Congreso de la República.
El documento, que ya está en manos de las comisiones económicas de Senado y Cámara, argumenta que “estos pronósticos se hacen en un entorno en el que la coyuntura del comercio mundial seguiría limitando en alguna medida el crecimiento de la economía por diversos canales, por lo cual están sujetos a un importante grado de incertidumbre”.
Incluso el informe dedica un aparte a los anuncios de Estados Unidos sobre la imposición de aranceles a muchos de los países con los que comercia, incluido Colombia, y asegura que estos han generado una importante incertidumbre que ha afectado el comercio y las decisiones de inversión a nivel global.
“A pesar de alguna moderación en las propuestas inicialmente presentadas, los aranceles han aumentado fuertemente y se espera que lo sigan haciendo a medida que se hagan efectivos, lo que incrementaría de manera sustancial las barreras al comercio, podría presionar al alza la inflación global y desacelerar el crecimiento mundial”, anticipó el emisor.
El banco central se mantiene en que el crecimiento económico de este año se situaría alrededor del 2,7 %, una proyección que modificó al alza en junio, pues antes era del 2,6 % (revelado en la junta de abril).
De hecho, en el informe destacó que el ritmo de crecimiento de la economía continuó aumentando frente a los resultados del año anterior, según la información del DANE. Solo en el primer trimestre de 2025, la economía se expandió un 2,7 % anual, superando el pronóstico del equipo técnico (2,5 %) y el crecimiento anual del 2,6 % registrado en el último trimestre de 2024.
“La información para el segundo trimestre sugiere que la economía colombiana habría crecido a una tasa anual similar a la del primero”, consigna el documento que también refiere otros indicadores líderes que muestran resultados positivos a mayo (ventas al por menor, producción manufacturera, encuesta de servicios, pulso económico regional, demanda de energía y desembolsos de crédito de consumo).
De hecho, en la última Junta Directiva, el BanRep reveló que estima que en el segundo trimestre de este año la actividad económica crezca a un ritmo anual del 2,7 %, jalonada por la demanda interna (4,1 %).
Convergencia de la inflación sigue a paso lento
Finalmente, respecto a la inflación, se recuerda que esta fluctuó en un rango del 5,1 % al 5,3 % hasta mayo, tras detener la tendencia decreciente que registró en 2024, una resistencia que atribuyó al repunte de la inflación de alimentos y a presiones provenientes de la inflación de servicios por la indexación de precios.
Así, a pesar de que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) varió el 4,8 % en junio, la entidad reconoce que el proceso de convergencia de la inflación a la meta del 3 % durante el primer semestre ha sido más lento de lo esperado. Incluso la encuesta de analistas pasó de una proyección de 3,8 % para diciembre de este año al 4,7 % en nueve meses.
Por esta razón, sumado a la incierta perspectiva de las finanzas públicas, el emisor argumenta que la Junta Directiva ha tenido que ser especialmente cautelosa en sus decisiones sobre la tasa de interés de política monetaria, que se ubican en el 9,25 % desde abril.
“Las actuales condiciones de incertidumbre, tanto a nivel externo como interno, junto con los riesgos inflacionarios, requieren decisiones prudentes y bien sustentadas que fijen niveles de tasas de interés sostenibles, y que minimicen el riesgo de tener que ser revertidas en el corto plazo, lo cual implicaría elevados costos de credibilidad para el banco central”, concluye el informe.
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