Estos son los escenarios que podrían llevar al BanRep a subir la tasa de interés

Si el Gobierno opta por un aumento importante del salario mínimo para 2026 y se deterioran las finanzas públicas, sería necesario subir las tasas.

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El equipo técnico del Banco de la República identificó una serie de riesgos que, de materializarse, podrían obligar a la Junta Directiva a contemplar la posibilidad de pasar de mantener la tasa de interés en el 9,25 % actual a hacer ajustes al alza y suspender así un ciclo de recortes que empezó en diciembre de 2023.

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De acuerdo con la actualización del Informe de Política Monetaria, si el Gobierno opta por decretar un aumento importante del salario mínimo para 2026 por encima de la fórmula técnica (inflación más productividad) y se materializa un deterioro en las finanzas públicas que incremente la percepción de riesgo crediticio, sería necesario subir la tasa de referencia.

Un salario mínimo que crezca a doble dígito, por ejemplo, implicaría mayores costos de producción para las empresas y generaría presiones inflacionarias al alza porque estos se reflejarían en los precios a los consumidores.

Por otro lado, la presión del crecimiento de la deuda pública con relación al PIB (alrededor del 60 %) sostiene una tendencia creciente de la prima de riesgo país (CDS), lo que podría reducir la confianza de los inversionistas y provocar la salida de capitales, empujando el peso a una depreciación y el dólar en Colombia a un encarecimiento.

Hernando Vargas, gerente técnico del Banco de la República, se refirió a una serie de choques internos o externos que de materializarse aumentarían los riesgos inflacionarios y, en consecuencia, motivarían a la Junta del emisor a adoptar una política monetaria más restrictiva a la esperada inicialmente.

Estos son los escenarios que podrían llevar al BanRep a subir la tasa de interés
Fuente: BanRep.

Este 2025, el banco central completará cinco años sin cumplir la meta de inflación, que desde hace décadas se calcula en el 3 %, pues la última vez cerca de dicho valor fue en pandemia, cuando el año cerró en 1,6 %.

Además, la persistencia de desviaciones de la inflación respecto a la meta podría conducir a una mayor inercia inflacionaria o al desanclaje de expectativas, según el Informe de Política Monetaria. Este desanclaje es preocupante porque y relaja la postura de política monetaria real si las tasas nominales se mantienen estables mientras suben las expectativas.

Sumado al escenario mencionado previamente, se identificó otro con el mismo desenlace: una mayor persistencia en la dinámica de la demanda interna privada sumada a un fuerte impulso fiscal podrían obligar al BanRep a endurecer su política.

Vargas recordó que la demanda interna ha mostrado crecimientos anuales persistentemente superiores al 4 %. Si esta fortaleza continúa, implicaría que la demanda agregada estaría creciendo con más fuerza de lo previsto (un posible choque de demanda positivo), generando mayores presiones sobre los precios y la necesidad de una senda de tasas de interés superior.

Este escenario también sugiere que los excesos de capacidad productiva podrían ser menores de lo estimado, o que la tasa de interés real neutral de la economía podría ser más alta, lo que haría que la política monetaria actual no fuera tan restrictiva como se planea.

Finalmente, la materialización de riesgos en los precios regulados también requeriría una política monetaria más estricta. En particular, los precios del gas enfrentan problemas estructurales de oferta interna, y un choque climático que incremente el uso de gas en la generación eléctrica podría elevar sus costos, generando presiones inflacionarias adicionales y la necesidad de tasas de interés mayores.