El más reciente informe «Situación Colombia» de BBVA Research proyecta un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del 2,7 % para 2025 y una aceleración leve a 2,8 % en 2026 y 2027, por encima del promedio de Latinoamérica y de otros países, como México, Chile Brasil.
Si bien la demanda interna seguirá siendo la principal explicación del crecimiento, las perspectivas de la entidad financiera están marcadas por tres dilemas macroeconómicos persistentes: la rigidez de la inflación, un panorama fiscal deteriorado y la necesidad de que la inversión, actualmente rezagada, tome el liderazgo.

Uno de los desafíos más notables es la persistencia de la inflación, que se mantiene estancada por encima del 5 %. Tras haber mostrado un alivio hasta junio de este año , el indicador repuntó a partir de julio hasta alcanzar el 5,5 % en octubre de 2025.
Las proyecciones de BBVA Research indican que la inflación solo cederá de manera gradual, cerrando 2025 en 5,2 %, 2026 en 4,5 % y 2027 en 3,8 %. Este ritmo es más lento que el de sus pares en América Latina, lo que lleva a la firma a señalar que Colombia será la excepción en la región en consolidar la variación del IPC dentro del rango meta en 2026, debido a una mayor persistencia.
El panorama inflacionario se complica a inicios de 2026, ya que se espera que los precios sigan altos debido a un aumento del salario mínimo estimado como elevado, la inercia inherente a la indexación de precios y las presiones generadas por el gasto privado y público.

Ante la rigidez de la inflación, la fortaleza en el gasto y los retos fiscales, la Junta del Banco de la República ha consolidado una postura cauta, frenando el ciclo de rebaja de tasas. BBVA Research anticipa que la tasa de política monetaria se mantendrá estable en 9,25 % hasta finales de 2026, con el reinicio de las reducciones proyectado para el segundo trimestre de 2027, cerrando ese año en 8,25 %.
Persiste el desequilibrio fiscal del Gobierno nacional
En 2024, el déficit total y primario del gobierno aumentaron, ubicándose en 6,7 % y 2,4 % del PIB, respectivamente. BBVA Research proyecta que el déficit total del gobierno se mantendrá elevado, cerca del 7 % del PIB en 2025 y 2026, para luego bajar a 5,9 % en 2027, una cifra aún muy elevada para la economía colombiana.
En cuanto al déficit primario, este se ubicaría en 3,3 % del PIB en 2025, en 2,9 % en 2026 y solo se corregiría marginalmente hasta 2,4 % del PIB en 2027, un nivel que dificulta la estabilización de la deuda.
El deterioro fiscal es un factor crítico de monitoreo, según los analistas de la entidad, no solo por sus efectos directos sobre la demanda, sino también por sus impactos sobre las primas de riesgo y el tipo de cambio. Para mitigar el riesgo país y el costo de financiación, el informe subraya la necesidad de anclar la política fiscal y de deuda.

Así mismo, BBVA Research espera que el déficit en cuenta corriente se amplíe en los próximos años, impulsado principalmente por un mayor déficit comercial por cuenta de un mayor dinamismo en las importaciones. El año pasado este indicador se ubicó en -1,7 % del PIB. Para 2025 se proyecta que aumente al -2,5 % y que continúe ampliándose hasta alcanzar un -3,2 % en 2026. Y cerraría 2027 en -3,4 %.
La inversión podría empezar a repuntar
Aunque el consumo ha liderado la dinámica económica por cuenta del impulso del gasto público, el informe del BBVA advierte que la inversión, que muestra un rezago significativo, explicado en gran medida por el sector de la construcción, repuntaría gradualmente y le quitaría espacio al consumo.
Las proyecciones de crecimiento son del 4,9 % en 2026 y 2027. Sin embargo, la mayor actividad en la construcción es crucial para que la inversión retome la tracción.

Mauricio Hernández-Monsalve, economista de BBVA Research, explicó que las obras civiles están liderando y se espera que la inversión «cambia de velocidad a partir de 2026: primero por obras civiles y, con rezago, por edificaciones». Se prevé un repunte paulatino de las edificaciones no residenciales, donde los inventarios están bajos.
En este contexto de cautela y búsqueda de impulso, el informe plantea una hoja de ruta para reducir el «costo Colombia» y liberar el motor de la inversión. Este costo se concentra más en el entorno regulatorio, fiscal y de riesgo que en los insumos, e incluye una de las tasas efectivas de impuesto corporativo más altas del mundo. Las acciones sugeridas incluyen rediseñar el impuesto de renta corporativo para bajar la tasa efectiva y anclar la política fiscal y de deuda para reducir el riesgo país y el costo de financiación.
Juana Téllez, economista jefe de BBVA Research, concluyó que Colombia es el «vagón que gana inercia impulsado por el consumo», pero debe mantener la prudencia para asegurar que el motor de la inversión se active completamente en 2026 y que los riesgos fiscales no pesen demasiado en el trayecto.

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