El gerente del Banco de la República de Colombia, Leonardo Villar, se refirió a los factores que han dificultado el proceso de convergencia de la inflación hacia la meta del 3 % y a la cautela que ha caracterizado este año a la política monetaria durante el evento Macro Visión 2025 de Itaú.
En el encuentro, que tuvo lugar este jueves en el Museo Nacional de Bogotá, el funcionario ofreció un panorama detallado de los principales indicadores económicos y reconoció que en algunos de ellos el optimismo del año pasado se ha venido opacando.
Villar recordó que Colombia logró un descenso notable de la inflación en 2023, pasando en 18 meses del 13 % visto a finales de ese año al 5,2 % de noviembre de 2024. Sin embargo, reconoció que, a diferencia de otras economías, el país se ha mantenido por encima de la meta.
«Desde noviembre del año pasado las cosas cambiaron de manera sustancial, la inflación dejó de bajar, por momentos subió», señaló el gerente en su intervención.
A pesar de que las expectativas del banco central y de los analistas eran que la inflación se redujera a una mayor velocidad a la vista este año, el indicador se ha mantenido en un rango. «Durante unos meses tuvimos la esperanza de que la inflación básica, que venía bajando de manera significativa hasta mayo, continuara con la senda, pero ahí se estabilizó y ha tenido ligeros aumentos, interrumpiendo el proceso de reducción», afirmó.
Actualmente, el consenso del mercado proyecta que la inflación termine este año alrededor del 5 %, lo que ha llevado a un aumento significativo en las expectativas.
Ante este escenario, la Junta Directiva del Banco de la República ha optado por un enfoque muy cauteloso. Desde noviembre, la tasa de interés solo se ha reducido en dos ocasiones, sumando un total de medio punto porcentual, en marcado contraste con la reducción de 4 puntos porcentuales en el mismo periodo del año anterior.
Aunque reconoció que la tasa de interés real en Colombia es la más alta de la región, el gerente enfatizó que la Junta del Banco solo la bajará si creyera «que se puede hacer de manera sostenible». Este enfoque busca garantizar que la inflación continúe su camino hacia la meta, a pesar del rebote de la demanda y otros factores externos.
Villar también se refirió al peso colombiano, que se ha apreciado de manera significativa en lo corrido del año (11,5 %), una tendencia similar a la de otras monedas de la región, impulsada principalmente por la depreciación del dólar. Esto podría ayudar a que inflación converja a la meta, de acuerdo con sus palabras.
El funcionario destacó que Banco de la República ha mantenido su política de dejar que el peso fluctúe libremente, una estrategia que, según el gerente, permite manejar la política monetaria de forma más efectiva.